6 formas de gestionar los conflictos en el trabajo

Todos hemos experimentado conflictos en el trabajo. En cierto modo, forman parte del funcionamiento normal de las cosas, porque estos conflictos son la marca de una diversidad de puntos de vista, sensibilidades, deseos... de toda la sociedad. Por ejemplo, puede ser un conflicto de valores o un conflicto interpersonal . Finalmente, las causas del conflicto están potencialmente vinculadas al «comportamiento desviado» cuando una persona busca imponer su influencia o, peor aún, se involucra en una forma de intimidación.

Comprender el conflicto es el comienzo de una solución Identificar la naturaleza de un conflicto y las diferentes formas en que las personas se comportan durante los conflictos es un primer paso esencial para resolver la situación. Evitación, donde uno actúa como si el conflicto no existiera. Es importante comprender el origen mismo del conflicto para encontrar la solución adecuada para resolverlo. Generalmente, el conflicto en el trabajo suele provenir de una personalidad muy diferente entre dos personas, lo que provocará un conflicto de valores y, lentamente, pueden surgir reacciones contrapuestas.

Lo principal es nunca tomar partido en un conflicto. Porque cada individuo tiene sus propios sentimientos, sus propias emociones y es importante entender de dónde viene la fuente profunda del conflicto. Como directivo hay que ser un excelente mediador, un árbitro justo que esté ahí para encontrar una solución que satisfaga a ambas personas con el objetivo común de acercar a estas personas o al menos hacerlas convivir, con el objetivo de tener una vida sana. Cuando se declara este conflicto, es recomendable decir las cosas con claridad y tratar de analizar rápidamente las causas para encontrar formas de resolución.

Una reunión entre las personas involucradas en este conflicto, posiblemente bajo la supervisión de una persona «neutral» , es esencial. Provoque la discusión El intercambio es sin duda la mejor manera de resolver un conflicto en el trabajo. La actitud correcta consiste, ante todo, en dejar ir las emociones, especialmente las negativas, como la ira, la agresión, el resentimiento, etc. Es mejor darles a las personas unas horas para que se relajen que enfrentarlas cuando están abrumadas por sus emociones. Ya sea que sea una parte interesada en el conflicto o un observador, resuma los diversos eventos y trate de obtener apoyo inicial en torno a estos elementos fácticos.

Discute con tu equipo Reunirte con los miembros de tu equipo te permitirá tener elementos que no has considerado y comprender mejor la situación de conflicto en la que se encuentran las personas. Las personas involucradas en un conflicto necesitan sentirse escuchadas, comprendidas y capaces de expresarse libremente y sin prejuicios sobre la situación en la que se encuentran. Una vez que se hayan escuchado las opiniones de todos, organice una reunión entre las personas involucradas en el conflicto. El propósito de la confrontación es restaurar la confianza y el diálogo entre estas personas.

Valorar los éxitos y las habilidades profesionales Durante la gestión de conflictos en el trabajo, es difícil ser positivo y, sin embargo, es una de las claves para la gestión de conflictos. Valorar las habilidades profesionales de los empleados le dará energía positiva a esta entrevista de manejo de conflictos.

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